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Este porta-snacks permite a los pequeños más independientes comer solos con un poco de maña y ensuciándose menos. Cuando les da ganas de picar, a los niños les encanta coger los alimentos ellos solos metiendo los dedos por las solapas y a los papás les encanta que esas mismas solapas eviten que la comida termine tirada por la casa o por el coche. Cada porta-snacks Snack Catcher tiene dos asas diseñadas para que las puedan agarrar las manos más diminutas, y la parte inferior antideslizante para que no se mueva de la mesa, trona o a la hora de comer en el cole. Los porta-snacks son imprescindibles para esos pequeños que no paran. Y como los alimentos solo salen cuando ellos quieren, la hora de picar ya no es sinónimo de comida por todas partes menos en la boca de tu hijo. Todos salen ganando