Nada es tan divertido como un juego de pegatinas
Una decoración y pegatinas gruesas y reposicionables para una diversión sin fin.
Una actividad de 18 meses.
Hacer y hacer una y otra vez.
Un formato práctico para llevar a todas partes.
Siempre encuentro lo que busco y tambien muchas novedades. La atención en su tienda fisica es genial. Los recomiendo 100 %.
La experiencia ha sido muy buena. llego mi pedido a tiempo y todo conforme. Gracias, seguire comprando en vuestra tienda.
Necesitaba un producto que no estaba en stock en la tienda y me lo han servido. Tardó unos días pero me lo consiguieron. Da gusto comprar en sitios como este.
Nada es tan divertido como un juego de pegatinas
Una decoración y pegatinas gruesas y reposicionables para una diversión sin fin.
Una actividad de 18 meses.
Hacer y hacer una y otra vez.
Un formato práctico para llevar a todas partes.
Diviértete y aprende jugando con esta casita de madera serigrafiada ambientada en una granja. Tejado desmontable.
Desarrolla la motricidad fina y la coordinación ojo/mano
Reconoce los colores y diferentes formas geométricas
Juego educativo
Edad Recomendada: A partir de 1 año
Este espejo sensorial para bebés, en forma de flor, tiene bordes en colores contrastados y papel crujiente, como las hojas de verdad. Un juguete ideal para bebés lleno de sorpresas: desde la emoción de descubrirse a sí mismos reflejados en el espejo, hasta el chasquido de sus bordes al apretarlos, lo que ayudará a tu bebé a aprender a través de la emoción y a su desarrollo cognitivo. Un espejo de seguridad pensado especialmente para bebés ¡que os traerá muchas sonrisas!
Este espejo sensorial con forma de tulipán y bordes crujientes en colores contrastados, despertará la atención de tu bebé desde los 6 meses. En esta etapa, ya son capaces de empezar a sorprenderse con el reflejo de sí mismos y en los siguientes meses, irá adquiriendo conciencia de su yo y de que ese reflejo es él mismo ¡menuda sorpresa!
Ancho (cm): 18
Alto (cm): 19
Rodillo blandito y de gran tamaño, que al rodar por el suelo, estimula el gateo y el movimiento autónomo, gracias a sus colores contrastados y al tintineo de su cascabel interior. A partir de los 6 meses, nuestros bebés pueden comenzar a explorar el mundo a través del gateo y podemos ayudarlos, estimulando el desarrollo de sus habilidades motoras con este rodillo para el gateo de Miniland. Este material no puede faltar en las salas de estimulación temprana, ya que permite sostener el cuerpo del bebé desarrollando el sistema vestibular, el equilibrio y el control del movimiento.